Dussel trata de proponer principalmente una nueva manera de ver a la filosofía, partiendo a que toda persona en el mundo puede filosofar sin necesidad de ser occidental, posteriormente rechaza la ideología de Nietzsche que explica que el fuerte tiene que aplastar al débil, por lo que en su obra explica que la filosofía de la liberación es la filosofía que está más allá de mi mundo, abriendo los ojos a otros mundos distintos, reconociéndolos, aceptándolos y poniéndose en sus zapatos.
Dussel sostiene que, todo sujeto humano está inclinado, fundamentalmente por pulsiones de naturaleza cerebral, a conservar, producir y desarrollar su vida, cosa que hace exitosamente, y además en demostrar que es una verdad fáctica de carácter universal. Pero la transición de este hecho, universal si se quiere, al principio ético mismo, parece ser una incursión típica dentro del terreno de la falacia naturalista. Dussel logra superar de manera exitosa la posible acusación de incurrir en falacia naturalista sólo parcialmente; es decir, defiende la existencia no sólo de uno, sino de dos principios materiales, a saber “el principio ético material fundamental” y “el principio ético material crítico.
El principio material fundamental lo expresa Dussel así: “El que actúa éticamente debe producir, reproducir y desarrollar autorresponsablemente la vida concreta de cada sujeto humano, en una comunidad de vida”. Por otra parte, el principio material crítico consiste en lo que sigue: “Debe ser criticado todo sistema institucional (o acto, etc.) que no permite vivir a sus víctimas, potenciales miembros negados, excluidos del sistema que tiene la pretensión de reproducir la vida”. La justificación del primer principio, a juicio de Dussel, es fáctica, en tanto reconoce que de hecho “la producción, reproducción y desarrollo de la vida humana” se da en cada sujeto humano. La justificación del segundo principio depende de la del primero: si el principio material no se cumple, y el caso es que dicho principio debe ser cumplido, según el mismo primer principio, entonces debe ser criticado aquello que impide dicho cumplimiento.
Dussel trata de proponer principalmente una nueva manera de ver a la filosofía, partiendo a que toda persona en el mundo puede filosofar sin necesidad de ser occidental, posteriormente rechaza la ideología de Nietzsche que explica que el fuerte tiene que aplastar al débil, por lo que en su obra explica que la filosofía de la liberación es la filosofía que está más allá de mi mundo, abriendo los ojos a otros mundos distintos, reconociéndolos, aceptándolos y poniéndose en sus zapatos.
Dussel sostiene que, todo sujeto humano está inclinado, fundamentalmente por pulsiones de naturaleza cerebral, a conservar, producir y desarrollar su vida, cosa que hace exitosamente, y además en demostrar que es una verdad fáctica de carácter universal. Pero la transición de este hecho, universal si se quiere, al principio ético mismo, parece ser una incursión típica dentro del terreno de la falacia naturalista. Dussel logra superar de manera exitosa la posible acusación de incurrir en falacia naturalista sólo parcialmente; es decir, defiende la existencia no sólo de uno, sino de dos principios materiales, a saber “el principio ético material fundamental” y “el principio ético material crítico.
El principio material fundamental lo expresa Dussel así: “El que actúa éticamente debe producir, reproducir y desarrollar autorresponsablemente la vida concreta de cada sujeto humano, en una comunidad de vida”. Por otra parte, el principio material crítico consiste en lo que sigue: “Debe ser criticado todo sistema institucional (o acto, etc.) que no permite vivir a sus víctimas, potenciales miembros negados, excluidos del sistema que tiene la pretensión de reproducir la vida”. La justificación del primer principio, a juicio de Dussel, es fáctica, en tanto reconoce que de hecho “la producción, reproducción y desarrollo de la vida humana” se da en cada sujeto humano. La justificación del segundo principio depende de la del primero: si el principio material no se cumple, y el caso es que dicho principio debe ser cumplido, según el mismo primer principio, entonces debe ser criticado aquello que impide dicho cumplimiento.