En este trabajo Derrida hace uso de la deconstrucción para realizar un estudio del lenguaje y del sentido de las palabras, tema anteriormente abordado; en especial podemos destacar el hecho de que, para Derrida, la escritura se sobrepone a la comunicación -hablando de conceptos-.
La escritura va mas allá de ser un medio de comunicación que amplia la comunicación oral- contrastando con la interpretación tradicional de la escritura-, es un sistema inagotable de reglas y signos que permite transportar ideas a personas ausentes, con características generalizables.
Para Jaques Derrida, El concepto de "comunicación” es excedido por el de “escritura”, donde hay que hablar de “diseminación” y no de “polisemia, porque polisemia es tener un conjunto finito de sentidos que se pueden determinar en un contexto determinable,mientras que diseminación, para Derrida es exclusiva de la escritura, y expresa la posibilidad infinita de nuevos sentidos, que serían acumulables y que surgen muy arbitrariamente (no es posible determinar totalmente los elementos que hacen surgir tal ocual sentido).
Los seres humanos teneos pensamientos representativos (escritura) creando una relación entre idea-signo, lo que se traduce aciertos acontecimientos que dependen de un momento y un contexto.
Por ejemplo la firma, no implica la presencia actual,pero recuerda su haber estado presente.
Hemos escuchado que leer es tener una charla con el escritor, Las consideraciones de Derriba no se alejan de esta aseveración, Un signo nos representa una idea, una idea podemos transmitirla , también podemos escribirla, podemos estar dentro y fuera de la comunicación?? A esa pregunta llegamos cuando leemos a Derriba, nos preguntamos también, ¿Qué es comunicación? Y que papel jugamos? a lo que contesta de manera elegante y soberbia en "La firma" Es una forma de estar presente y de asegurar que lo que escribo no tendrá por que diferir de mi querer decir, algo que Austin no comprendió.
A pesar de que Derrida escriba en un modo críptico queda claro que su intención no solo es informar su definición de comunicación, como un vehículo de la información; sino también es cuestionar la concepción popular del proceso comunicativo, dando un peso extra al contexto en el desarrollo de la comunicación; reflexionar sobre la relevancia de las expresiones de la comunicación con un propósito y fin muy estrecho; profundizar la validez del lenguaje performativo, que reconoce pero revisa en su concepción; y por último, también tal vez es su intención enfrentar abiertamente las opiniones contrarias a las suyas. A pesar de que Derrida hable de aspectos teóricos y dogmáticos de la filosofía del lenguaje y además lo exprese de un modo rebuscado, creo que sus ideas sobre la maleabilidad y permanencia de la comunicación son muy críticas y fácilmente identificables en los eventos de comunicación del día a día, algo muy bueno.
Me gusta mucho la opinión de Derrida sobre el lenguaje performativo; a pesar de que J. L. Austin destaca, “admirablemente” según Derrida, la existencia de este uso particular de la lengua, es cierto que no solamente es un hecho accesorio imperativo, si no que este lenguaje “parasitario” puede ser trascendente, pero dependiente en su totalidad del contexto en que se presente, el lenguaje performativo no describe algo que a exista fuera del lenguaje, produce y transforma una situación y un objeto en el momento de nombrarlo, es un lenguaje operativo. Pero esta capacidad de operación depende de las manos en que se encuentre el poder de llevarla a cabo, de hecho Jacques Derrida habla en esta lectura mucho sobre el papel axial del contexto en la definición de los actos de comunicación; así como también en la lectura desarrolla el error de Austin, de evitar la complejidad del lenguaje performativo, bastante exhaustivamente.
Derrida habla de tres conceptos de la fluidez de la comunicación en este escrito, los mismos tres que están escritos en el título. Estos tres conceptos están relacionados muy intrincadamente y básicamente se refieren a lo siguiente: El primero es Contexto, que además de los elementos comunes que se conocen en un evento de lenguaje, el contexto, dice Derrida, limita a todos los demás cambiando el significado del mensaje, convirtiendo a este en una interpretación momentánea. El segundo es Acontecimiento el cual está muy ligado al primer concepto, ya que el acontecimiento es un evento único de comunicación determinado por las específicas e irrepetibles condiciones del contexto. Y el último es Firma, la discusión en este tercer punto se centra alrededor del significado de la autoría en un caso de comunicación escrita, a diferencia de la expresión hablada, un escrito no está ligado a su autor de un modo infalible ni inseparable, es por eso que es necesaria la firma, porque además de ligar el autor a la comunicación de este, anuncia la ausencia del mismo, y este punto se liga al segundo pues la firma existe además para marcar el acontecimiento específico de comunicación en que ocurrió la acción de firmar.
¿Qué es comunicación? Según los diccionarios es solamente un medio para transmitir información de una entidad a otra, un medio limitado por la naturaleza del emisor, del receptor y del mensaje o información a transmitir. Sin embargo, según lo que dice Jacques Derrida, la comunicación no es sólo un concepto, sino que es un vehículo en constante desplazamiento y cambio. De hecho comenta que el movimiento semántico de la comunicación, el movimiento o forma lingüística, es un movimiento derivado de los usos no semánticos iniciales de la comunicación, es decir, la comunicación trasciende su aplicación con todo lo que implica en el espectro de su uso. Es fundamental en el discurso de Derrida la importancia que le da al contexto como estructura que delimita a la comunicación en todo su espectro, esta depende siempre de las condiciones en que se desarrolle para su éxito o fracaso. La “inestabilidad” que se genera como consecuencia en el discurso, predice Derrida, es quien en realidad desencadena los malentendidos y accidentes del lenguaje.
La discusión central de esta lectura es sobre algunos puntos de la naturaleza de la comunicación. Derrida inicialmente enfatiza el papel del contexto en la definición de cada evento de comunicación y posteriormente al analizar lo variable, móvil e impredecible de las condiciones de comunicación pone en duda con todo su argumento la existencia de una comunicación certera entre interlocutores, como la que “podría darse” entre él y J.L. Austin, anteponiendo el contexto en que esta sucede antes que cualquier supuesta intención. cuestiona la claridad de una comunicación y del hecho que un “querer decir” en realidad sea comunicable. La translucidez que remarca Jacques Derrida en su discurso deja ver en su argumentación sobre la escritura, elemento comunicativo que, según él, expresa una posibilidad infinita de nuevos significados y una inestabilidad en su permanencia de significados a pesar de su permanencia física. Esta visión escéptica sin duda le ganó oponentes en la filosofía y detractores que no tomaron en serio su discurso y desconsideraron la validez de su palabra en la cuestión.
A pesar de que esta lectura habla en general de la significancia de algunas distintas facetas de la naturaleza de la comunicación, parece que está enfocada solamente a la traducción de estas facetas a la comunicación escrita. La comunicación está siempre influida y dirigida por las condiciones contextuales en que se encuentre; estas condiciones siempre variables e impredecibles generan un acontecimiento único en cada evento de comunicación, una transmisión de mensajes influida también por las cambiantes condiciones del sujeto (subjetivas y translucidas). Sin embargo, en la comunicación escrita, al no depender esta de la presencia del comunicador, las reglas cambian: el contexto varía en cada reinterpretación y el receptor del mensaje no es constante. Con esto la escritura pasa a ser algo más que un elemento representativo de la comunicación hablada, pasa a ser un medio que va más allá del habla, permitiendo llevar ideas y conceptos a personas o entes inexistentes en un presente. De ahí la relevancia del tercer punto de los enunciados en el título de la lectura, la firma, a mi parecer el menos trascendente de los 3, es el intento de ligar al emisor con el mensaje en un futuro, una intención, a mi parecer, esperanzadora pero a veces intrascendente.
En ésta lectura Derrida hace un cuestionamiento acerca de lo que es "la comunicación" y si es que puede ser definida sólo como una "única comunicación". La comunicación se verá siempre influida por las condiciones del contexto que no son definibles en su totalidad, la comunicación sirve de vehículo para el sentido(s), la escritura es una especie de esta comunicación general, una comunicación que comporta una especialidad relativa en el interior de un género.
Un signo escrito se adelanta en ausencia del destinatario. En el momento en el que se escribe, el destinatario puede estar ausente por lo que es preciso, que la comunicación escrita siga siendo legible a pesar de la desaparición absoluta de todo destinatario para que posea su función de escritura. Además, debe ser repetible (reiterable). Esta iterabilidad estructura la marca de escritura misma, sea de cualquier tipo. Una escritura que no fuese estructuralmente legible (reiterable) no sería una escritura. La posibilidad de repetir, está implícita en todo código, hace de éste una clave comunicable, transmisible, descifrable, reproducible por un tercero. Todo signo, puede ser citado; por ello puede romper con todo contexto dado, engendrar nuevos contextos, de manera absolutamente no saturable.
Comunicar, en el caso del lenguaje performativo, sería comunicar una fuerza por el impulso de una marca.La ausencia esencial de la intención en la actualidad del enunciado, impide toda saturación de contexto. Para que un contexto sea exhaustivamente determinable, en el sentido exigido por Austin, sería preciso al menos que la intención consciente esté totalmente presente y actualmente transparente a sí misma y a los otros, puesto que ella es un foco determinante del contexto.
En este trabajo Derrida hace uso de la deconstrucción para realizar un estudio del lenguaje y del sentido de las palabras, tema anteriormente abordado; en especial podemos destacar el hecho de que, para Derrida, la escritura se sobrepone a la comunicación -hablando de conceptos-.
La escritura va mas allá de ser un medio de comunicación que amplia la comunicación oral- contrastando con la interpretación tradicional de la escritura-, es un sistema inagotable de reglas y signos que permite transportar ideas a personas ausentes, con características generalizables.
Para Jaques Derrida, El concepto de "comunicación” es excedido por el de “escritura”, donde hay que hablar de “diseminación” y no de “polisemia, porque polisemia es tener un conjunto finito de sentidos que se pueden determinar en un contexto determinable,mientras que diseminación, para Derrida es exclusiva de la escritura, y expresa la posibilidad infinita de nuevos sentidos, que serían acumulables y que surgen muy arbitrariamente (no es posible determinar totalmente los elementos que hacen surgir tal ocual sentido).
Los seres humanos teneos pensamientos representativos (escritura) creando una relación entre idea-signo, lo que se traduce aciertos acontecimientos que dependen de un momento y un contexto.
Por ejemplo la firma, no implica la presencia actual,pero recuerda su haber estado presente.
Hemos escuchado que leer es tener una charla con el escritor, Las consideraciones de Derriba no se alejan de esta aseveración, Un signo nos representa una idea, una idea podemos transmitirla , también podemos escribirla, podemos estar dentro y fuera de la comunicación?? A esa pregunta llegamos cuando leemos a Derriba, nos preguntamos también, ¿Qué es comunicación? Y que papel jugamos? a lo que contesta de manera elegante y soberbia en "La firma" Es una forma de estar presente y de asegurar que lo que escribo no tendrá por que diferir de mi querer decir, algo que Austin no comprendió.
A pesar de que Derrida escriba en un modo críptico queda claro que su intención no solo es informar su definición de comunicación, como un vehículo de la información; sino también es cuestionar la concepción popular del proceso comunicativo, dando un peso extra al contexto en el desarrollo de la comunicación; reflexionar sobre la relevancia de las expresiones de la comunicación con un propósito y fin muy estrecho; profundizar la validez del lenguaje performativo, que reconoce pero revisa en su concepción; y por último, también tal vez es su intención enfrentar abiertamente las opiniones contrarias a las suyas. A pesar de que Derrida hable de aspectos teóricos y dogmáticos de la filosofía del lenguaje y además lo exprese de un modo rebuscado, creo que sus ideas sobre la maleabilidad y permanencia de la comunicación son muy críticas y fácilmente identificables en los eventos de comunicación del día a día, algo muy bueno.
Jajaja salió en face!!
Me gusta mucho la opinión de Derrida sobre el lenguaje performativo; a pesar de que J. L. Austin destaca, “admirablemente” según Derrida, la existencia de este uso particular de la lengua, es cierto que no solamente es un hecho accesorio imperativo, si no que este lenguaje “parasitario” puede ser trascendente, pero dependiente en su totalidad del contexto en que se presente, el lenguaje performativo no describe algo que a exista fuera del lenguaje, produce y transforma una situación y un objeto en el momento de nombrarlo, es un lenguaje operativo. Pero esta capacidad de operación depende de las manos en que se encuentre el poder de llevarla a cabo, de hecho Jacques Derrida habla en esta lectura mucho sobre el papel axial del contexto en la definición de los actos de comunicación; así como también en la lectura desarrolla el error de Austin, de evitar la complejidad del lenguaje performativo, bastante exhaustivamente.
Derrida habla de tres conceptos de la fluidez de la comunicación en este escrito, los mismos tres que están escritos en el título. Estos tres conceptos están relacionados muy intrincadamente y básicamente se refieren a lo siguiente: El primero es Contexto, que además de los elementos comunes que se conocen en un evento de lenguaje, el contexto, dice Derrida, limita a todos los demás cambiando el significado del mensaje, convirtiendo a este en una interpretación momentánea. El segundo es Acontecimiento el cual está muy ligado al primer concepto, ya que el acontecimiento es un evento único de comunicación determinado por las específicas e irrepetibles condiciones del contexto. Y el último es Firma, la discusión en este tercer punto se centra alrededor del significado de la autoría en un caso de comunicación escrita, a diferencia de la expresión hablada, un escrito no está ligado a su autor de un modo infalible ni inseparable, es por eso que es necesaria la firma, porque además de ligar el autor a la comunicación de este, anuncia la ausencia del mismo, y este punto se liga al segundo pues la firma existe además para marcar el acontecimiento específico de comunicación en que ocurrió la acción de firmar.
¿Qué es comunicación? Según los diccionarios es solamente un medio para transmitir información de una entidad a otra, un medio limitado por la naturaleza del emisor, del receptor y del mensaje o información a transmitir. Sin embargo, según lo que dice Jacques Derrida, la comunicación no es sólo un concepto, sino que es un vehículo en constante desplazamiento y cambio. De hecho comenta que el movimiento semántico de la comunicación, el movimiento o forma lingüística, es un movimiento derivado de los usos no semánticos iniciales de la comunicación, es decir, la comunicación trasciende su aplicación con todo lo que implica en el espectro de su uso. Es fundamental en el discurso de Derrida la importancia que le da al contexto como estructura que delimita a la comunicación en todo su espectro, esta depende siempre de las condiciones en que se desarrolle para su éxito o fracaso. La “inestabilidad” que se genera como consecuencia en el discurso, predice Derrida, es quien en realidad desencadena los malentendidos y accidentes del lenguaje.
La discusión central de esta lectura es sobre algunos puntos de la naturaleza de la comunicación. Derrida inicialmente enfatiza el papel del contexto en la definición de cada evento de comunicación y posteriormente al analizar lo variable, móvil e impredecible de las condiciones de comunicación pone en duda con todo su argumento la existencia de una comunicación certera entre interlocutores, como la que “podría darse” entre él y J.L. Austin, anteponiendo el contexto en que esta sucede antes que cualquier supuesta intención. cuestiona la claridad de una comunicación y del hecho que un “querer decir” en realidad sea comunicable. La translucidez que remarca Jacques Derrida en su discurso deja ver en su argumentación sobre la escritura, elemento comunicativo que, según él, expresa una posibilidad infinita de nuevos significados y una inestabilidad en su permanencia de significados a pesar de su permanencia física. Esta visión escéptica sin duda le ganó oponentes en la filosofía y detractores que no tomaron en serio su discurso y desconsideraron la validez de su palabra en la cuestión.
A pesar de que esta lectura habla en general de la significancia de algunas distintas facetas de la naturaleza de la comunicación, parece que está enfocada solamente a la traducción de estas facetas a la comunicación escrita. La comunicación está siempre influida y dirigida por las condiciones contextuales en que se encuentre; estas condiciones siempre variables e impredecibles generan un acontecimiento único en cada evento de comunicación, una transmisión de mensajes influida también por las cambiantes condiciones del sujeto (subjetivas y translucidas). Sin embargo, en la comunicación escrita, al no depender esta de la presencia del comunicador, las reglas cambian: el contexto varía en cada reinterpretación y el receptor del mensaje no es constante. Con esto la escritura pasa a ser algo más que un elemento representativo de la comunicación hablada, pasa a ser un medio que va más allá del habla, permitiendo llevar ideas y conceptos a personas o entes inexistentes en un presente. De ahí la relevancia del tercer punto de los enunciados en el título de la lectura, la firma, a mi parecer el menos trascendente de los 3, es el intento de ligar al emisor con el mensaje en un futuro, una intención, a mi parecer, esperanzadora pero a veces intrascendente.
En ésta lectura Derrida hace un cuestionamiento acerca de lo que es "la comunicación" y si es que puede ser definida sólo como una "única comunicación". La comunicación se verá siempre influida por las condiciones del contexto que no son definibles en su totalidad, la comunicación sirve de vehículo para el sentido(s), la escritura es una especie de esta comunicación general, una comunicación que comporta una especialidad relativa en el interior de un género.
Un signo escrito se adelanta en ausencia del destinatario. En el momento en el que se escribe, el destinatario puede estar ausente por lo que es preciso, que la comunicación escrita siga siendo legible a pesar de la desaparición absoluta de todo destinatario para que posea su función de escritura. Además, debe ser repetible (reiterable). Esta iterabilidad estructura la marca de escritura misma, sea de cualquier tipo. Una escritura que no fuese estructuralmente legible (reiterable) no sería una escritura. La posibilidad de repetir, está implícita en todo código, hace de éste una clave comunicable, transmisible, descifrable, reproducible por un tercero. Todo signo, puede ser citado; por ello puede romper con todo contexto dado, engendrar nuevos contextos, de manera absolutamente no saturable.
Comunicar, en el caso del lenguaje performativo, sería comunicar una fuerza por el impulso de una marca.La ausencia esencial de la intención en la actualidad del enunciado, impide toda saturación de contexto. Para que un contexto sea exhaustivamente determinable, en el sentido exigido por Austin, sería preciso al menos que la intención consciente esté totalmente presente y actualmente transparente a sí misma y a los otros, puesto que ella es un foco determinante del contexto.