El pato de Vaucanson nos refleja la tentativa del hombre por alcanzar a conocer a la perfección los mecanismos intrincados en la vida. Las maquinas se conviertieron en una obseción al tratar de imitar las funciones fisiólogicas, y aún siguen estas tendencias, el pato seía una visión antigua de lo que ahora conocemos, gracias a Asimov en robot, y hasta ahora en la actualidad se ha tratado de imitar la fisiológia natural por otra reemplazable y con otros constituyentes que reflejen el conocimiento del hombre de la vida. La representación de la naturaleza por medio de todos los métodos que se han conocido ha sido una práctica habitual desde que se popularizo el monismo; nos relejo que la suma de las partes daba el resultadod el organismo-aunque no contaba con el holismo-. El dualismo dejó su huell interminable al tratar de comprender esa alma etérea que residía en los humanos y lo expuso con tal vigor que aún siguen atrapados muchos conceptos en nuestro pensar y nuestro sentir. No estoy poniendo en duda la capacidad del conocimiento fisiológico, ni la certera del monismo, lo que hago es únicamente preguntar de manera abierta, si algún día conoceremos esa chispa de energía que produce la vida en todas sus facetas.
El pato de Vaucanson nos refleja la tentativa del hombre por alcanzar a conocer a la perfección los mecanismos intrincados en la vida. Las maquinas se conviertieron en una obseción al tratar de imitar las funciones fisiólogicas, y aún siguen estas tendencias, el pato seía una visión antigua de lo que ahora conocemos, gracias a Asimov en robot, y hasta ahora en la actualidad se ha tratado de imitar la fisiológia natural por otra reemplazable y con otros constituyentes que reflejen el conocimiento del hombre de la vida. La representación de la naturaleza por medio de todos los métodos que se han conocido ha sido una práctica habitual desde que se popularizo el monismo; nos relejo que la suma de las partes daba el resultadod el organismo-aunque no contaba con el holismo-. El dualismo dejó su huell interminable al tratar de comprender esa alma etérea que residía en los humanos y lo expuso con tal vigor que aún siguen atrapados muchos conceptos en nuestro pensar y nuestro sentir. No estoy poniendo en duda la capacidad del conocimiento fisiológico, ni la certera del monismo, lo que hago es únicamente preguntar de manera abierta, si algún día conoceremos esa chispa de energía que produce la vida en todas sus facetas.