Esta lectura se cuestiona sobre la hospitalidad. Sobre su significado, de hecho es una palabra latina Hospitalität, que en su significado lleva la "hostilidad", lo indeseable, porque se contradice con hospitalidad, que se entiende como una forma de dar la bienvenida a un extraño tratado como un amigo o un aliado, en lugar del extraño tratado como un enemigo, que sería la hostilidad.
Algo que llamo la atención en el texto como es que se vía como una regla entre maestro, incluso entre el esposo y la esposa, como el "señor de la casa”, el q hace las leyes; que dentro de ellas hay reglas establecidas, que también pareciera una forma de dominio; como el ser bienvenido a su casa, sin ninguna implicación de "sentirse como en casa", pero con la condición de que observe las reglas de la hospitalidad en el hogar, el ser de lo que yo soy, habiendo así una auto-limitación o auto-contradicción en la ley de la hospitalidad.
Al decir que la hospitalidad de alguna manera hace lo contrario de lo que pretende hacer y inmoviliza en sí en el umbral de la misma, en el umbral de lo constituye, en sí misma, en definitiva, tanto en su esencia, el autor nos dice que no está afirmando que la hospitalidad tenga una contradicción aporética y que, por tanto, donde la hospitalidad es, no hay hospitalidad.
Concluyendo al fin que se tendría que intentar una distinción difícil entre el otro y el extranjero; esta imposibilidad como condición de posibilidad, a saber, la analogía preocupante en su origen común entre hostis como anfitrión y hostis como enemigo, entre hospitalidad y la hostilidad.
Para mí la hospitalidad es una obligación, una formalidad de la sociedad para con los extraños y tener así una “armonía”, además de que esta la cuestión de como de la hospitalidad no se aplica a lo no humano, como a los animales y las plantas ¿como se puede ser hospitalarios con ellos?.
Hasta hoy nunca había pensado en la importancia de las etimologías.
Se puede pensar que estudiar la historia, las raíces, de nuestro léxico no pasa de cultura general o del temario de un estudiante de letras pero la realidad es que las etimologías nos permiten acceder al significado más puro de una palabra y de esta forma dar otra lectura a las posibles cotidianidades ya ancladas y determiandas.
El texto de Jacques Derrida investiga las raíces de la palabra “Hospitalidad” que en el uso coloquial tiene un significado de armonía y paz al recibir a otro.
Derrida demuestra que ser hospitalario no es una invitación incondicional, sino todo lo contrario.
La hospitalidad lleva implícita una sumisión. Una que se establece al momento de abrirle las puertas a una persona, que no es cualquiera sino es una a la cual ya se le juzgo y se reconoció como “aceptable”.
Puesto que no recibimos a cualquiera en nuestra morada no podemos decir que estamos siendo incondicionales. El hecho de ser propietario de la casa (oikos) nos convierte en una autoridad, “the master of the hosue”, que pone reglas a los hospederos.
Habiendo mostrado esta lectura de la palabra hospitalidad el autor dice que la única forma en que se podría ser hospitalario absolutamente sería al hacer una invitación incondicional. Una invitación en donde bajo las armas y estoy para ti y tu para mí. El Francés nos da otra perspectiva y se relaciona con lo anterior.
En esta lengua la palabra para definir al host y al guest es la misma (hôte) y esto nos da otra forma de pensar la hospitalidad. De este modo tanto anfitrión como invitado pueden poner sus condiciones, volverse The master of the hosue.
En ese punto habría una habitabilidad más incluyente pues tomaría a cuenta los tiempos, los modos de existencia de cada habitante.
Esto es importante para la biología pues nos permite cuestionar el esquema de conservación y las prácticas consumidoras de recursos en las que estamos inmersos.
Si me pienso como el maestro de la casa nada me detiene a arrasar con el ambiente.
Si me pienso como el protector de los objetos de mi casa (naturaleza y sus recursos) para mantener mi bienestar ya no estoy reconociendo al otro individuo como ser capaz de existir y de estar en condiciones mejores.
Aquí nos preguntamos si defendemos a las plantas por el hecho de ser plantas o por ser objetos de nuestra utilidad.
A mi juicio es un texto muy importante para todos los amantes de la naturaleza y la conservación.
Fue un texto interesante. En esta cuestión de hablar que siempre hay dos posibilidades cuando hablamos de este concepto de la hospitalidad, uno es el amo de la casa y el otro es un invitado, es curioso por que siempre se habla de esta relación que tienen entre ambos en donde el amo es el que impone las reglas de como debe de habitar el otro, aunque en un principio tenemos esta concepción de que ser hospitalario significa que uno recibe y trata bien a otro dentro de su casa, pero hoy peculiaridades en este concepto por que surge la pregunta de ¿Cómo puede tratar uno bien a otra persona si siempre le esta violentado la libertad del otro? De ahí que se surja la pregunta de ¿Cuándo uno es realmente hospitalario? Que hay un ejemplo en donde esta esta cuestión de la puerta en donde uno seria mas hospitalario cuando se tuviera la puerta abierta siempre, por que es liberar el control que se tiene sobre la situación como que uno pueda entrar y salir cuando uno quiere, pero también con el ejemplo de visitar y ser invitado es interesante por que el hecho de que en uno tiene es aceptado a uno le dan la bienvenida y por lo tanto tiene derecho a pasar al dominio del amo y en el otro no uno llega por esta libertad de poder hacerlo y nunca estar bajo este dominio. Que en el ejemplo de las mascotas es interesante por que uno es su amo y por lo tanto uno tiene cierto poder sobre ellas y sobre su libertad, de forma que ellas no puedan hacer lo que quieran, que se les este imponiendo una forma de ser y de cierto modo que nosotros hagamos de ellas lo que nosotros queramos que es algo que no tiene que ver con el gusto, comodidad o bienestar que tengan, de forma que esta concepción del amo de la casa si tiene que ver con algo de ser hospitalario con alguien de permitirle vivir en algún momento bajo ciertas normas pero jamás que se violente el concepto de que uno es el señor de la casa, que para una cuestión de verdadera paz y de hospitalidad genuina esto no es posible.
ATTE: Moises Rangel
La hospitalidad es una palabra que tiene su contradicción incorporada en su significado. La hospitalidad se entiende como una obligación; un saludo al extraño pero bajo la condición de que se atenga a las reglas de la casa. De esta manera el hospedero adquiere un poder total sobre el huésped. ¿Dónde queda la hospitalidad entonces? Si bien se reconoce que cada individuo tiene derecho de alojarse en la superficie terrestre, bajo la noción de que es posesión comunal, este alojamiento es acotado por el amo de la casa. La condición de hospitalidad es controlada por el dueño de la casa, el hecho de que exista una puerta que distinga huésped de hospedero, hace que la hospitalidad verdadera sea inalcanzable. Este paradigma podría cambiar si le quitamos poder al hospedero, si reconocemos al huésped como un agente potencialmente liberador. Bajo esta noción el hospedero es un rehén de sus propias reglas y poder, que únicamente será liberado por el huésped. Sólo cuando el hospedero y huésped se encuentren al mismo nivel, se podrá hablar de una verdadera hospitalidad. Esta hospitalidad, comenta el autor, sería el vehículo que nos lleve a una paz perpetua, eterna. Esta apertura de puertas no sólo se limita a relaciones humano-humano sino para todo aquello que habita el planeta. Una hospitalidad pura, abriría la posibilidad de una nueva forma de convivencia global.
"Gracias por tu hospitalidad" es una frase que decimos frecuentemente cuando nos fue placentera una visita en casa de un amigo, pero la hospitalidad realmente es una palabra que tiene un significado que se contradice con lo que creemos.
Se tiene que el concepto de hospitalidad es recibir en tu hogar, pero Derrida al hacer una reconstrucción etimológica dice que la hospitalidad conlleva la sumisión del otro ya que al ser dueño de la casa, una propiedad privada la condición es que nos apropiamos de ella y por lo tanto tiene el control y reglas.
Y entonces que pasaría si practicamos una verdadera hospitalidad, en la que no exista un subordinado y llevarlo a relaciones no sólo humanas.
El texto de Derrida, desde mi punto de vista, es un texto completamente extraordinario.
Derrida, a través de un juego de palabras que involucran a "hospedero" y al "huésped", quiere transmitir la dualidad que implica la palabra hospitalidad. En ese sentido, Derrida sugiere que hay una fuerte contradicción en términos de su significado absoluto. El hecho de ser hospitalario con alguien no nada más involucra ser atento y cortés, sino que significa dejar entrar a tu casa (oikos) a alguien de forma total – el huésped puede hacer lo que quiera. Sin embargo, en la praxis esto no es así. Alguien que es hospitalario deja entrar a un huésped a su casa con la condicional incorporada. El hospedero, de pronto, se vuelve el amo de la casa. Como amo de la casa, el hospedero tiene al huésped bajo el yugo de sus reglas y de su autoridad, de forma que no se está siendo realmente hospitalario. Entonces se está siendo hostil.
Derrida entonces sugiere, de una forma sutil, que la hospitalidad no es más que un ejercicio de reconocimiento e igualdad. Es un ejercicio en el cual, si ambas partes se encuentran al mismo nivel, bajo las mismas condiciones y potencialidades, entonces se puede dar una verdadera hospitalidad en donde ambas personas pueden convivir en un espacio sin ser subyugados uno al otro: una paz eterna. Creo que la interpretación del curso es correcta al considerar que la hospitalidad hacia la naturaleza no significa que nosotros entremos en la casa de la naturaleza en igualdad de condiciones, sino que un cambio profundo en nuestra forma de visualizar a la naturaleza es necesario. Es decir, hay que reconocer que nosotros somos los huéspedes de la gran casa que llamamos Tierra y, en igualdad de condiciones, hay que reconocer a la naturaleza para lograr una convivencia natural.
Esta lectura se cuestiona sobre la hospitalidad. Sobre su significado, de hecho es una palabra latina Hospitalität, que en su significado lleva la "hostilidad", lo indeseable, porque se contradice con hospitalidad, que se entiende como una forma de dar la bienvenida a un extraño tratado como un amigo o un aliado, en lugar del extraño tratado como un enemigo, que sería la hostilidad.
Algo que llamo la atención en el texto como es que se vía como una regla entre maestro, incluso entre el esposo y la esposa, como el "señor de la casa”, el q hace las leyes; que dentro de ellas hay reglas establecidas, que también pareciera una forma de dominio; como el ser bienvenido a su casa, sin ninguna implicación de "sentirse como en casa", pero con la condición de que observe las reglas de la hospitalidad en el hogar, el ser de lo que yo soy, habiendo así una auto-limitación o auto-contradicción en la ley de la hospitalidad.
Al decir que la hospitalidad de alguna manera hace lo contrario de lo que pretende hacer y inmoviliza en sí en el umbral de la misma, en el umbral de lo constituye, en sí misma, en definitiva, tanto en su esencia, el autor nos dice que no está afirmando que la hospitalidad tenga una contradicción aporética y que, por tanto, donde la hospitalidad es, no hay hospitalidad.
Concluyendo al fin que se tendría que intentar una distinción difícil entre el otro y el extranjero; esta imposibilidad como condición de posibilidad, a saber, la analogía preocupante en su origen común entre hostis como anfitrión y hostis como enemigo, entre hospitalidad y la hostilidad.
Para mí la hospitalidad es una obligación, una formalidad de la sociedad para con los extraños y tener así una “armonía”, además de que esta la cuestión de como de la hospitalidad no se aplica a lo no humano, como a los animales y las plantas ¿como se puede ser hospitalarios con ellos?.
Derrida, Jacques. “Hostipitality”
Hasta hoy nunca había pensado en la importancia de las etimologías.
Se puede pensar que estudiar la historia, las raíces, de nuestro léxico no pasa de cultura general o del temario de un estudiante de letras pero la realidad es que las etimologías nos permiten acceder al significado más puro de una palabra y de esta forma dar otra lectura a las posibles cotidianidades ya ancladas y determiandas.
El texto de Jacques Derrida investiga las raíces de la palabra “Hospitalidad” que en el uso coloquial tiene un significado de armonía y paz al recibir a otro.
Derrida demuestra que ser hospitalario no es una invitación incondicional, sino todo lo contrario.
La hospitalidad lleva implícita una sumisión. Una que se establece al momento de abrirle las puertas a una persona, que no es cualquiera sino es una a la cual ya se le juzgo y se reconoció como “aceptable”.
Puesto que no recibimos a cualquiera en nuestra morada no podemos decir que estamos siendo incondicionales. El hecho de ser propietario de la casa (oikos) nos convierte en una autoridad, “the master of the hosue”, que pone reglas a los hospederos.
Habiendo mostrado esta lectura de la palabra hospitalidad el autor dice que la única forma en que se podría ser hospitalario absolutamente sería al hacer una invitación incondicional. Una invitación en donde bajo las armas y estoy para ti y tu para mí. El Francés nos da otra perspectiva y se relaciona con lo anterior.
En esta lengua la palabra para definir al host y al guest es la misma (hôte) y esto nos da otra forma de pensar la hospitalidad. De este modo tanto anfitrión como invitado pueden poner sus condiciones, volverse The master of the hosue.
En ese punto habría una habitabilidad más incluyente pues tomaría a cuenta los tiempos, los modos de existencia de cada habitante.
Esto es importante para la biología pues nos permite cuestionar el esquema de conservación y las prácticas consumidoras de recursos en las que estamos inmersos.
Si me pienso como el maestro de la casa nada me detiene a arrasar con el ambiente.
Si me pienso como el protector de los objetos de mi casa (naturaleza y sus recursos) para mantener mi bienestar ya no estoy reconociendo al otro individuo como ser capaz de existir y de estar en condiciones mejores.
Aquí nos preguntamos si defendemos a las plantas por el hecho de ser plantas o por ser objetos de nuestra utilidad.
A mi juicio es un texto muy importante para todos los amantes de la naturaleza y la conservación.
Fue un texto interesante. En esta cuestión de hablar que siempre hay dos posibilidades cuando hablamos de este concepto de la hospitalidad, uno es el amo de la casa y el otro es un invitado, es curioso por que siempre se habla de esta relación que tienen entre ambos en donde el amo es el que impone las reglas de como debe de habitar el otro, aunque en un principio tenemos esta concepción de que ser hospitalario significa que uno recibe y trata bien a otro dentro de su casa, pero hoy peculiaridades en este concepto por que surge la pregunta de ¿Cómo puede tratar uno bien a otra persona si siempre le esta violentado la libertad del otro? De ahí que se surja la pregunta de ¿Cuándo uno es realmente hospitalario? Que hay un ejemplo en donde esta esta cuestión de la puerta en donde uno seria mas hospitalario cuando se tuviera la puerta abierta siempre, por que es liberar el control que se tiene sobre la situación como que uno pueda entrar y salir cuando uno quiere, pero también con el ejemplo de visitar y ser invitado es interesante por que el hecho de que en uno tiene es aceptado a uno le dan la bienvenida y por lo tanto tiene derecho a pasar al dominio del amo y en el otro no uno llega por esta libertad de poder hacerlo y nunca estar bajo este dominio. Que en el ejemplo de las mascotas es interesante por que uno es su amo y por lo tanto uno tiene cierto poder sobre ellas y sobre su libertad, de forma que ellas no puedan hacer lo que quieran, que se les este imponiendo una forma de ser y de cierto modo que nosotros hagamos de ellas lo que nosotros queramos que es algo que no tiene que ver con el gusto, comodidad o bienestar que tengan, de forma que esta concepción del amo de la casa si tiene que ver con algo de ser hospitalario con alguien de permitirle vivir en algún momento bajo ciertas normas pero jamás que se violente el concepto de que uno es el señor de la casa, que para una cuestión de verdadera paz y de hospitalidad genuina esto no es posible.
ATTE: Moises Rangel
La hospitalidad es una palabra que tiene su contradicción incorporada en su significado. La hospitalidad se entiende como una obligación; un saludo al extraño pero bajo la condición de que se atenga a las reglas de la casa. De esta manera el hospedero adquiere un poder total sobre el huésped. ¿Dónde queda la hospitalidad entonces? Si bien se reconoce que cada individuo tiene derecho de alojarse en la superficie terrestre, bajo la noción de que es posesión comunal, este alojamiento es acotado por el amo de la casa. La condición de hospitalidad es controlada por el dueño de la casa, el hecho de que exista una puerta que distinga huésped de hospedero, hace que la hospitalidad verdadera sea inalcanzable. Este paradigma podría cambiar si le quitamos poder al hospedero, si reconocemos al huésped como un agente potencialmente liberador. Bajo esta noción el hospedero es un rehén de sus propias reglas y poder, que únicamente será liberado por el huésped. Sólo cuando el hospedero y huésped se encuentren al mismo nivel, se podrá hablar de una verdadera hospitalidad. Esta hospitalidad, comenta el autor, sería el vehículo que nos lleve a una paz perpetua, eterna. Esta apertura de puertas no sólo se limita a relaciones humano-humano sino para todo aquello que habita el planeta. Una hospitalidad pura, abriría la posibilidad de una nueva forma de convivencia global.
"Gracias por tu hospitalidad" es una frase que decimos frecuentemente cuando nos fue placentera una visita en casa de un amigo, pero la hospitalidad realmente es una palabra que tiene un significado que se contradice con lo que creemos.
Se tiene que el concepto de hospitalidad es recibir en tu hogar, pero Derrida al hacer una reconstrucción etimológica dice que la hospitalidad conlleva la sumisión del otro ya que al ser dueño de la casa, una propiedad privada la condición es que nos apropiamos de ella y por lo tanto tiene el control y reglas.
Y entonces que pasaría si practicamos una verdadera hospitalidad, en la que no exista un subordinado y llevarlo a relaciones no sólo humanas.
El texto de Derrida, desde mi punto de vista, es un texto completamente extraordinario.
Derrida, a través de un juego de palabras que involucran a "hospedero" y al "huésped", quiere transmitir la dualidad que implica la palabra hospitalidad. En ese sentido, Derrida sugiere que hay una fuerte contradicción en términos de su significado absoluto. El hecho de ser hospitalario con alguien no nada más involucra ser atento y cortés, sino que significa dejar entrar a tu casa (oikos) a alguien de forma total – el huésped puede hacer lo que quiera. Sin embargo, en la praxis esto no es así. Alguien que es hospitalario deja entrar a un huésped a su casa con la condicional incorporada. El hospedero, de pronto, se vuelve el amo de la casa. Como amo de la casa, el hospedero tiene al huésped bajo el yugo de sus reglas y de su autoridad, de forma que no se está siendo realmente hospitalario. Entonces se está siendo hostil.
Derrida entonces sugiere, de una forma sutil, que la hospitalidad no es más que un ejercicio de reconocimiento e igualdad. Es un ejercicio en el cual, si ambas partes se encuentran al mismo nivel, bajo las mismas condiciones y potencialidades, entonces se puede dar una verdadera hospitalidad en donde ambas personas pueden convivir en un espacio sin ser subyugados uno al otro: una paz eterna. Creo que la interpretación del curso es correcta al considerar que la hospitalidad hacia la naturaleza no significa que nosotros entremos en la casa de la naturaleza en igualdad de condiciones, sino que un cambio profundo en nuestra forma de visualizar a la naturaleza es necesario. Es decir, hay que reconocer que nosotros somos los huéspedes de la gran casa que llamamos Tierra y, en igualdad de condiciones, hay que reconocer a la naturaleza para lograr una convivencia natural.