Esta lectura está centrada en la intersexualidad tomando como punto principal el caso de Joan/John, en donde podemos ver como la apariencia de la anatomía, la apariencia ante los otros, ante uno mismo y como se nos mira, hacen que tengamos por normas cierto parámetros a como uno debe ser, si uno es mujer o si uno es un hombre, sin embargo esto puede ser muy diferente para algunas personas las cuales no se sienten identificadas con lo que dice la sociedad; el mismo David decía que se sentía diferente a lo que las normas dictaban, de lo que él se suponía debía ser como mujer, si no que a él/ella le gustaban más las cosas para varones. Además también se menciona que las personas que no se encuentran conforme con lo que son, tienden a querer cambiar de sexo para estar más acorde al género, al cual se sienten más identificados, viendo así que las personas han sido influenciadas a estar dentro de un rango “normal” dada por la sociedad de acuerdo a lo que te gusta, esto nos lleva a cuestionarnos porque las personas mantienen un ideal de dimorfismo sexual, si existen personas que nacen con intersexualidad, ¿porque debemos colocarlos como una mujer o un hombre? Si no son, ni uno, ni lo otro. Por lo que la autora nos dice que imagináramos un mundo donde los individuos intersexuales puedan ser aceptados y amados sin tener que transformarse a algo socialmente aceptables.
Yo en lo personal estoy de acuerdo y me cuestiono al igual con la autora del ¿porque hay esa necesidad de colocar las personas dentro de una categoría de género?, si tú tienes pene y testículos, eres un hombre que le debe gustar los carros, no debe llorar, y deben gustarle las cosas “masculinas”; en cambio si tienes pechos y vagina, eres una mujer, que debe gústale jugar a la cocina, con las muñecas, querer todo de rosa, y demás cosas “femeninas”, y yo me pregunto porque está mal que a un hombre le guste ponerse maquillaje y que quiera ponerse falda?, no solo “está mal”, sino que además si le gusta no eres un hombre, eres un “marica”, y lo mismo va para las mujeres si no le gustan las faldas, ni el maquillaje eres una “marimacha”. ¿Porque debe haber esa asignación del genero entre las personas? Si lo que le gusta a esta persona está totalmente fuera de las normas establecidas por el mundo.
Una lectura interesante. Se trata de un caso interesante en donde me parece que se trata de una forma muy mala, en el sentido que no se le reconoce como una persona a David. Es curioso ver como en este caso los doctores toman un papel importante en donde quieren hacer todo tipo de cosas con David, en donde ellos como otras personas solo lo miran como un algo que es lo que ayudara a defender sus ideas, incluso el hecho de que un solo caso sea el sustento de los argumentos de alguien es algo muy triste pensando que una persona muestra lo que debería ser la nueva norma. Este texto no habla de que hay un problema en la sociedad con esta cuestión de la valoración del genero, en donde se tiene la idea de lo que ha aceptado la sociedad de que solo hay dos posibilidades en el genero es lo correcto. Me parece que si hay un problema por que una persona independientemente de los genitales que tenga se le quiera obligar a cumplir con esta norma de que lo normal es lo correcto, en donde se busque decidir por terceros sin importar lo que a ellos les importa o quieren. Es cierto esto de que debemos de modificar nuestra concepción del genero como sociedad en donde no nos tengamos que limitar a ser hombre o mujer, si no que podamos decidir se lo que queramos, en donde la equidad entre las personas exista en donde uno pueda jugar y vestirse de la forma que uno quiera sin tener que ser molestado por que se supone que es algo que uno no debe hacer por pertenecer a un genero.
Atte: Moises Rangel
El texto señala el accionar de una política de la verdad. Dicha política es propia de las relaciones de poder y es capaz de dictar lo que contará y lo que no contará como verdad. De esta forma, el sexo/género se encuentra limitado por lo que es considerado como normal y natural. Aquellas personas que no caben dentro del actual sistema binario se encuentran en un espacio incierto, donde no son totalmente negados ni totalmente reconocidos. En la actualidad aquellos individuos que nacen con genitales “mixtos” o “inciertos” son sometidos a una transformación que pretende “normalizarlos” mediante la construcción de genitales normales de alguno de los dos sexos. Esto hace evidente la concepción de que la identidad sexual se debe únicamente a la apariencia anatómica ante uno mismo y ante los otros. El caso de David retrata hasta que punto llega nuestra búsqueda de naturalizar a un individuo con genitales inciertos. Dicha búsqueda no se limita a una transformación anatómica sino también intenta cambiar el comportamiento del “paciente” para hacerlo cumplir el rol que tiene en la sociedad de acuerdo a su género. Estas transformaciones se producen sin consultar a David, él no tiene voz. ¿Por qué ha de tenerla? El no sabe lo que es normal, un paciente no puede tener idea de lo que quiere, no puede cuestionar el accionar de médicos y psicólogos. David se encuentra encajonado sin opción a salida, todo como resultado de sus genitales “mixtos”. ¿Por qué no podemos aceptar variantes en el sistema de sexo/género? ¿Cómo podemos estar tan seguro de lo que es normal y natural y lo que no es? A pesar de la tortura vivida por David, es capaz de rescatar su humanidad afirmándose que no es del todo desechable ni categorizable. El relato de David nos debe de enseñar que tan fuerte es la política de la verdad en cuestiones de sexo y género. Los individuos con genitales mixtos no tienen por qué ser transformados a una visión normativo de lo que es el género, deben de ser aceptados sin intervenciones. Nadie debe de vivir la tortura deshumanizante experimentada por David como producto de un proceso de “humanización”.
Éste texto de Butler es, en mi opinión, una excelente recapitulación de muchos problemas de género que se han gestado en los últimos años. Butler hace una recopilación de un caso real sobre un sujeto intersexual. En este sentido, explora todas las esferas sociales, políticas, médicas e individuales que conlleva una situación intersex. Creo que logra muy bien la aproximación hacia el lector, además de cuestionar muchas estructuras que han estado presentes a lo largo de la historia y al apelar hacia el lector y lograr que el mismo lector las cuestione. Desde el caso médico y el constructivismo social hasta el determinismo hormonal, Butler critica arduamente toda labor de forma constructiva, dando un panorama general acerca de lo que significa ser alguien más, acerca de lo que significa el reconocimiento social y de lo que significa "lo natural", así como el papel que la ciencia juega en él.
Personalmente creo que el caso es trágico, y por lo tanto es tomado con más seriedad. Esto no significa que sea malo apelar a diferentes sensibilidades, sino que pone en la mesa una situación real y trágica para empezar a pensar en las estructuras sociales, científicas, médicas y personales acerca de la construcción de los individuos.
Butler nos cuenta la historia de David un niño al que tras sufrir un "accidente" deciden los médicos someterlo a cirugía y socializarlo en un género diferente del que le fue asignado al nacer, creyendo que se desarrollaría con normalidad y se adaptaría al género, pero no fue así.
Este caso es utilizado para mostrar que lo que es femenino o masculino puede ser alterado, en términos culturales no tienen un significado fijo y que la biología no es el destino. Dichos esfuerzos para "corregir" no sólo violan al niño sino que apoyan la idea de que el género tiene que nacer de formas singulares y normativas en el nivel anatómico. Se opera sin el consentimiento del niño y prefieren que tenga un parecido normal aunque en consecuencia se prive del placer y la función sexual.
Pero, ¿pueden ser aceptados y amados sin tener que transformarlos en una versión socialmente más coherente? Si y aunque la norma está mediando, el amor no se da por lo que hay entre las piernas, una identidad puede o no ser construida sobre estos deseas dispersos.
Me entristeció saber que David terminó el mismo con su vida, pero creo que ha inspirado a personas que han sufrido estas intervenciones sin su consentimiento a ser fuertes y luchar contra esta norma controladora.
González Jaramillo Surya Ivonne.
Judith Butler, nos narra la historia de David, un hombre nacido hombre, castrado por la clase médica y feminizado por el mundo psiquiátrico a quien se le permite volver a ser quien es, no es una historia de transexualidad ni intersexualidad, aunque parezca una mezcla de ambas, en esta historia muestra cómo los psicólogos que tratan a David, más que interesarse por ayudarlo a alcanzar una plenitud como persona solo intentan probar sus teorías tomando cada uno una postura diferente y argumentándolas con el cambio de David a Brenda y viceversa y debatiendo si se puede o no, cambiar el género de una persona, si los genes son o no importantes en ello, si David se reconocía como Brenda llegando al feminismo o seguía luchando con algo dentro de ella misma por volver a ser David.
La autora cuestiona un aspecto importante, que en lo personal jamás había pensado ni cuestionado; el género, ¿en base a qué se establece? ¿Es algo solamente biológico? Como mencionaba David, ¿las personas sólo valemos por lo que tenemos entre las piernas? ¿El tener órganos sexuales no desarrollados en su totalidad, el perderlos por algún accidente o tener ambos órganos sexuales hace que no tengamos derecho a ser amados porque esto se considera como anormal? Como dice Cheryl Chase, la fundadora y directora de la Intersex Society of NorthAmerica, los esfuerzos para corregir no sólo violan al niño, sino que apoyan la idea de que el género tiene que nacer de formas singulares y normativas en el nivel anatómico. Pero por qué no podemos ser libres de escoger nuestro género, porqué estos géneros establecidos anatómicamente tienen que ser definidos al nacer, si bien es una estrategia política, también lo es social y represiva, sinceramente me sentí indignada al leer este texto, porque más que ayudar a David a poder reconocerse como persona, más allá de un género establecido y de valorarse por lo que era, lo único que buscaban era tenerlo como un sujeto de estudio y de entretenimiento. Quizás la sociedad no esté preparada para afrontar el problema de la definición de género, pero no hace falta definirlo para respetar y entender que eso no es lo que nos identifica como personas ni tampoco define nuestros gustos, eso sería hacerle justicia a David.
Esta lectura está centrada en la intersexualidad tomando como punto principal el caso de Joan/John, en donde podemos ver como la apariencia de la anatomía, la apariencia ante los otros, ante uno mismo y como se nos mira, hacen que tengamos por normas cierto parámetros a como uno debe ser, si uno es mujer o si uno es un hombre, sin embargo esto puede ser muy diferente para algunas personas las cuales no se sienten identificadas con lo que dice la sociedad; el mismo David decía que se sentía diferente a lo que las normas dictaban, de lo que él se suponía debía ser como mujer, si no que a él/ella le gustaban más las cosas para varones. Además también se menciona que las personas que no se encuentran conforme con lo que son, tienden a querer cambiar de sexo para estar más acorde al género, al cual se sienten más identificados, viendo así que las personas han sido influenciadas a estar dentro de un rango “normal” dada por la sociedad de acuerdo a lo que te gusta, esto nos lleva a cuestionarnos porque las personas mantienen un ideal de dimorfismo sexual, si existen personas que nacen con intersexualidad, ¿porque debemos colocarlos como una mujer o un hombre? Si no son, ni uno, ni lo otro. Por lo que la autora nos dice que imagináramos un mundo donde los individuos intersexuales puedan ser aceptados y amados sin tener que transformarse a algo socialmente aceptables.
Yo en lo personal estoy de acuerdo y me cuestiono al igual con la autora del ¿porque hay esa necesidad de colocar las personas dentro de una categoría de género?, si tú tienes pene y testículos, eres un hombre que le debe gustar los carros, no debe llorar, y deben gustarle las cosas “masculinas”; en cambio si tienes pechos y vagina, eres una mujer, que debe gústale jugar a la cocina, con las muñecas, querer todo de rosa, y demás cosas “femeninas”, y yo me pregunto porque está mal que a un hombre le guste ponerse maquillaje y que quiera ponerse falda?, no solo “está mal”, sino que además si le gusta no eres un hombre, eres un “marica”, y lo mismo va para las mujeres si no le gustan las faldas, ni el maquillaje eres una “marimacha”. ¿Porque debe haber esa asignación del genero entre las personas? Si lo que le gusta a esta persona está totalmente fuera de las normas establecidas por el mundo.
Una lectura interesante. Se trata de un caso interesante en donde me parece que se trata de una forma muy mala, en el sentido que no se le reconoce como una persona a David. Es curioso ver como en este caso los doctores toman un papel importante en donde quieren hacer todo tipo de cosas con David, en donde ellos como otras personas solo lo miran como un algo que es lo que ayudara a defender sus ideas, incluso el hecho de que un solo caso sea el sustento de los argumentos de alguien es algo muy triste pensando que una persona muestra lo que debería ser la nueva norma. Este texto no habla de que hay un problema en la sociedad con esta cuestión de la valoración del genero, en donde se tiene la idea de lo que ha aceptado la sociedad de que solo hay dos posibilidades en el genero es lo correcto. Me parece que si hay un problema por que una persona independientemente de los genitales que tenga se le quiera obligar a cumplir con esta norma de que lo normal es lo correcto, en donde se busque decidir por terceros sin importar lo que a ellos les importa o quieren. Es cierto esto de que debemos de modificar nuestra concepción del genero como sociedad en donde no nos tengamos que limitar a ser hombre o mujer, si no que podamos decidir se lo que queramos, en donde la equidad entre las personas exista en donde uno pueda jugar y vestirse de la forma que uno quiera sin tener que ser molestado por que se supone que es algo que uno no debe hacer por pertenecer a un genero.
Atte: Moises Rangel
El texto señala el accionar de una política de la verdad. Dicha política es propia de las relaciones de poder y es capaz de dictar lo que contará y lo que no contará como verdad. De esta forma, el sexo/género se encuentra limitado por lo que es considerado como normal y natural. Aquellas personas que no caben dentro del actual sistema binario se encuentran en un espacio incierto, donde no son totalmente negados ni totalmente reconocidos. En la actualidad aquellos individuos que nacen con genitales “mixtos” o “inciertos” son sometidos a una transformación que pretende “normalizarlos” mediante la construcción de genitales normales de alguno de los dos sexos. Esto hace evidente la concepción de que la identidad sexual se debe únicamente a la apariencia anatómica ante uno mismo y ante los otros. El caso de David retrata hasta que punto llega nuestra búsqueda de naturalizar a un individuo con genitales inciertos. Dicha búsqueda no se limita a una transformación anatómica sino también intenta cambiar el comportamiento del “paciente” para hacerlo cumplir el rol que tiene en la sociedad de acuerdo a su género. Estas transformaciones se producen sin consultar a David, él no tiene voz. ¿Por qué ha de tenerla? El no sabe lo que es normal, un paciente no puede tener idea de lo que quiere, no puede cuestionar el accionar de médicos y psicólogos. David se encuentra encajonado sin opción a salida, todo como resultado de sus genitales “mixtos”. ¿Por qué no podemos aceptar variantes en el sistema de sexo/género? ¿Cómo podemos estar tan seguro de lo que es normal y natural y lo que no es? A pesar de la tortura vivida por David, es capaz de rescatar su humanidad afirmándose que no es del todo desechable ni categorizable. El relato de David nos debe de enseñar que tan fuerte es la política de la verdad en cuestiones de sexo y género. Los individuos con genitales mixtos no tienen por qué ser transformados a una visión normativo de lo que es el género, deben de ser aceptados sin intervenciones. Nadie debe de vivir la tortura deshumanizante experimentada por David como producto de un proceso de “humanización”.
Éste texto de Butler es, en mi opinión, una excelente recapitulación de muchos problemas de género que se han gestado en los últimos años. Butler hace una recopilación de un caso real sobre un sujeto intersexual. En este sentido, explora todas las esferas sociales, políticas, médicas e individuales que conlleva una situación intersex. Creo que logra muy bien la aproximación hacia el lector, además de cuestionar muchas estructuras que han estado presentes a lo largo de la historia y al apelar hacia el lector y lograr que el mismo lector las cuestione. Desde el caso médico y el constructivismo social hasta el determinismo hormonal, Butler critica arduamente toda labor de forma constructiva, dando un panorama general acerca de lo que significa ser alguien más, acerca de lo que significa el reconocimiento social y de lo que significa "lo natural", así como el papel que la ciencia juega en él.
Personalmente creo que el caso es trágico, y por lo tanto es tomado con más seriedad. Esto no significa que sea malo apelar a diferentes sensibilidades, sino que pone en la mesa una situación real y trágica para empezar a pensar en las estructuras sociales, científicas, médicas y personales acerca de la construcción de los individuos.
Butler nos cuenta la historia de David un niño al que tras sufrir un "accidente" deciden los médicos someterlo a cirugía y socializarlo en un género diferente del que le fue asignado al nacer, creyendo que se desarrollaría con normalidad y se adaptaría al género, pero no fue así.
Este caso es utilizado para mostrar que lo que es femenino o masculino puede ser alterado, en términos culturales no tienen un significado fijo y que la biología no es el destino. Dichos esfuerzos para "corregir" no sólo violan al niño sino que apoyan la idea de que el género tiene que nacer de formas singulares y normativas en el nivel anatómico. Se opera sin el consentimiento del niño y prefieren que tenga un parecido normal aunque en consecuencia se prive del placer y la función sexual.
Pero, ¿pueden ser aceptados y amados sin tener que transformarlos en una versión socialmente más coherente? Si y aunque la norma está mediando, el amor no se da por lo que hay entre las piernas, una identidad puede o no ser construida sobre estos deseas dispersos.
Me entristeció saber que David terminó el mismo con su vida, pero creo que ha inspirado a personas que han sufrido estas intervenciones sin su consentimiento a ser fuertes y luchar contra esta norma controladora.
González Jaramillo Surya Ivonne.
Judith Butler, nos narra la historia de David, un hombre nacido hombre, castrado por la clase médica y feminizado por el mundo psiquiátrico a quien se le permite volver a ser quien es, no es una historia de transexualidad ni intersexualidad, aunque parezca una mezcla de ambas, en esta historia muestra cómo los psicólogos que tratan a David, más que interesarse por ayudarlo a alcanzar una plenitud como persona solo intentan probar sus teorías tomando cada uno una postura diferente y argumentándolas con el cambio de David a Brenda y viceversa y debatiendo si se puede o no, cambiar el género de una persona, si los genes son o no importantes en ello, si David se reconocía como Brenda llegando al feminismo o seguía luchando con algo dentro de ella misma por volver a ser David.
La autora cuestiona un aspecto importante, que en lo personal jamás había pensado ni cuestionado; el género, ¿en base a qué se establece? ¿Es algo solamente biológico? Como mencionaba David, ¿las personas sólo valemos por lo que tenemos entre las piernas? ¿El tener órganos sexuales no desarrollados en su totalidad, el perderlos por algún accidente o tener ambos órganos sexuales hace que no tengamos derecho a ser amados porque esto se considera como anormal? Como dice Cheryl Chase, la fundadora y directora de la Intersex Society of NorthAmerica, los esfuerzos para corregir no sólo violan al niño, sino que apoyan la idea de que el género tiene que nacer de formas singulares y normativas en el nivel anatómico. Pero por qué no podemos ser libres de escoger nuestro género, porqué estos géneros establecidos anatómicamente tienen que ser definidos al nacer, si bien es una estrategia política, también lo es social y represiva, sinceramente me sentí indignada al leer este texto, porque más que ayudar a David a poder reconocerse como persona, más allá de un género establecido y de valorarse por lo que era, lo único que buscaban era tenerlo como un sujeto de estudio y de entretenimiento. Quizás la sociedad no esté preparada para afrontar el problema de la definición de género, pero no hace falta definirlo para respetar y entender que eso no es lo que nos identifica como personas ni tampoco define nuestros gustos, eso sería hacerle justicia a David.