Es una lectura algo interesante. En un principio plantea la idea del genero como algo que se da, algo que encontramos en la sociedad algo que aceptamos, pero con esta idea de que nosotros podemos construir nuestro propio genero, lo cual hace interesante la lectura. Trata mucho caso de los cuales hemos hablado como la transexualidad, el reconocer que la lucha por los derechos en cuestiones de genero va mas allá de una lucha por que se le reconozca como con tal orientación sexual. Toma esta idea de que si el genero parte de uno mismo y desase la idea de genero en la sociedad o si la idea de genero en la sociedad es la que desase al individuo, en donde se trata de buscar en donde y quien construye el genero que en si es una construcción mas allá de uno mismo pero eso no evita que uno sea sexualmente como es y que se le deba de reconocer como es y no simplemente se evite su reconocimiento. En la segunda parte del texto muestra una cuestión interesante pues muestra a la filosofía como una rama del conocimiento que parece querer entender al ser y de como el autor va conociéndole mas y mas, pero llega a un punto en el que se da cuenta de que la filosofía no es lo que busca o esta incompleta, que posteriormente lo trata mejor en donde la filosofía esta alejada de las demás disciplinas y es entonces que otras disciplinas se han encargado de cubrir o estar en otros nichos que la filosofía no esta tratando, en donde su forma interdisciplinaria se ve limitada, por lo que en si hay mas filosofía que esta diciendo cosas sobre temas en los que tiene mucho que decir pero no como la filosofía clásica institucional.
atte: Moises Rangel
Dentro del texto lo que llamo mi atención es como el concepto que uno tiene de sí mismo en su género no esta hecho por nosotros mismo sino que también hay otros que intervinieron en la formación de este concepto, que además esas normas dadas por el género lleva en nosotros deseos que no son parte de nuestra individualidad, lo que nos lleva a depender de las normas sociales.
Ademas el texto dice que los deseos son un querer ser reconocidos, el cual está ligado al poder, dado el problema de quienes cumplen los requisitos para reconocerlos como humanos o no. Por lo que tener una posición crítica hacia las normas nos distancia del ser reconocido, esta posición critica también requiere de reglas minoritarias que permitan actuar al individuo.
Por lo que para aceptar lo humano al someter a las personas a cirugías para normalizar los cuerpos se entiende que se requiere morfologías ideales y la constricción de las normas corporales. Además de que si el individuo desea realizarse una operación de resignación de sexo u hormonas requiere de un apoyo de seguros que lo llevan a que ser considerado como una enfermedad, es decir el individuo entra entre las normas establecidas. Siendo así que el reconocimiento es un requisito para una vida continua y viable.
La lectura plantea la posibilidad de diferentes formas de vida, las cuales cuestionan lo establecido por las normas. De esta manera los movimientos, ya sea de transexo o intersexo, no deben ser reducidos a simples celebraciones de la diversidad, sino tienen como convicción la búsqueda de un reconocimiento en términos de normas y derechos. Sólo a través del reconocimiento, podremos hacer estas vidas habitables. Antes de este reconocimiento las vidas son irreales, no hay razón por la cual puedan o deban llorarse ni amarse, ¿quién podría vivir así? La reflexión nos incita a concebir esta “vida” como una prisión, una tortura. Por otro lado, aquellas personas que dicen mostrar la “verdad” y la “realidad” del mundo se aferran al orden preestablecido y se mantienen en un poder inmenso que les permite condenar cuerpos a una vida irreal. El texto señala que aquellas muestras de violencia en contra de las personas intersex o transex se pueden reducir a actos que buscan restaurar el orden, son acciones que se oponen al reto de repensar el mundo como algo distinto a como lo concebimos hoy. Pero, ¿quién dice que la forma en la que concebimos el mundo y lo humano hoy en día es realmente verdadera? ¿No puede haber alternativas? Considero que debemos de mantener la forma en la que nos entendemos abierta a cambios, debemos ser capaces de reconocer a individuos que no encajan en los moldes preexistentes. Su inclusión no sólo hará su vida habitable, sino también nos dará pistas sobre lo que significa ser humano. Esta búsqueda tan personal del reconocimiento sólo es posible a través de los derechos humanos. Solamente es lograda saliendo del cuerpo para así reclamar la realidad del ser.
El texto de Butler una vez más es genial. En ello, retrata la idea de la vida-habitable. La idea de Butler es reivindicar todos los movimientos de género que existen y que han sido marginados. Esta marginación, menciona Butler, es incluso de aquellos movimientos originales que ya han sido institucionalizados y que parecería que han sido, en cierta forma, subsumidos. Entonces recalca la importancia del reconocimiento de alteridades. En este sentido, Butler intenta expresar la vida completamente vacía que se debe llevar al momento en que otra persona no reconoce lo que eres, a lo que define como una vida inhabitable. Entonces, la vida habitable parecería ser aquella que es fácilmente reconocida y que ya está construida socialmente. Sin mencionar el trasfondo psicoanalista que existe, de manera fácil y sintética, Butler pone en tela de juicio todas las manifestaciones para "restaurar el orden" entendiéndose por éstas manifestaciones que parecerían querer llevarte a lo "normal" (el caso del inter-sex y del trans-sex). Tratando de escapar de la herencia determinista de mucha ciencia, Butler hace un llamado a deconstruir esos modelos ya preestablecidos, entendiendo que pueden existir otros que son igualmente reconocibles y que de ninguna forma pueden "alterar el orden". El reconocimiento de alteridades es el eje principal del discurso de Butler en el que el resultado final es la habitabilidad de las vidas.
Butler habla que el deseo está implicado en las normas sociales y desarrollar una relación crítica con estas normas presupone distanciarse de ellas, relaciona las problemáticas de género y sexualidad con las operaciones de persistencia y supervivencia, influenciada por movimientos que incluyen la transexualidad, intersexualidad y las teorías feministas queer.
Deben ser tratados como viables y personas naturales, cuestionan el principio del dimorfismo sexual (más que las operaciones ya que hay discrepancias entre ellos)
La tarea de estos movimientos consiste en distinguir entre las normas y convenciones que permiten a la gente respirar, desear amar y vivir, y aquellas normas y convenciones que restringen las condiciones de vida.
Hay que brindar respeto a las diferencias y preferencias relacionadas con la sexualidad.
González Jaramillo Surya Ivonne,
Los términos que configuran el propio género, se hallan desde el inicio fuera de uno mismo, más allá de uno mismo, en una sociedad que no tiene solo un autor, así lo dice Judith Butler en este texto donde discute lo superficial que puede ser el género en diferentes aspectos, uno de ellos es la cultura, comprender el género como una categoría histórica es aceptar que el género, entendido como una forma cultural de configurar el cuerpo, está abierto a su continua reforma, y que la "anatomía" y el "sexo" no existen sin un marco cultural, involucrando también al deseo, ese deseo de ser reconocido por una sociedad al igual que el género.
En esta sociedad existen normas que gobiernan la anatomía humana y producen un sentido de las diferencias de quien es humano y quien no lo es, incluyendo en esto a los intersexuales, la autora se formula una pregunta que me parece muy importante; ¿El género siempre proviene de una fuente que está en otra parte, hacia algo que está más allá de mí, constituido por una sociedad que no es completamente mía? Esa idea de reconocimiento propio motivada por el deseo de reconocimiento es una forma cultivada de deseo, la incómoda dinámica en la que tratamos de encontrarnos a nosotros mismos en el otro para terminar descubriendo que ese reflejo señala nuestra expropiación y la pérdida de nuestro yo.
Es una lectura algo interesante. En un principio plantea la idea del genero como algo que se da, algo que encontramos en la sociedad algo que aceptamos, pero con esta idea de que nosotros podemos construir nuestro propio genero, lo cual hace interesante la lectura. Trata mucho caso de los cuales hemos hablado como la transexualidad, el reconocer que la lucha por los derechos en cuestiones de genero va mas allá de una lucha por que se le reconozca como con tal orientación sexual. Toma esta idea de que si el genero parte de uno mismo y desase la idea de genero en la sociedad o si la idea de genero en la sociedad es la que desase al individuo, en donde se trata de buscar en donde y quien construye el genero que en si es una construcción mas allá de uno mismo pero eso no evita que uno sea sexualmente como es y que se le deba de reconocer como es y no simplemente se evite su reconocimiento. En la segunda parte del texto muestra una cuestión interesante pues muestra a la filosofía como una rama del conocimiento que parece querer entender al ser y de como el autor va conociéndole mas y mas, pero llega a un punto en el que se da cuenta de que la filosofía no es lo que busca o esta incompleta, que posteriormente lo trata mejor en donde la filosofía esta alejada de las demás disciplinas y es entonces que otras disciplinas se han encargado de cubrir o estar en otros nichos que la filosofía no esta tratando, en donde su forma interdisciplinaria se ve limitada, por lo que en si hay mas filosofía que esta diciendo cosas sobre temas en los que tiene mucho que decir pero no como la filosofía clásica institucional.
atte: Moises Rangel
Dentro del texto lo que llamo mi atención es como el concepto que uno tiene de sí mismo en su género no esta hecho por nosotros mismo sino que también hay otros que intervinieron en la formación de este concepto, que además esas normas dadas por el género lleva en nosotros deseos que no son parte de nuestra individualidad, lo que nos lleva a depender de las normas sociales.
Ademas el texto dice que los deseos son un querer ser reconocidos, el cual está ligado al poder, dado el problema de quienes cumplen los requisitos para reconocerlos como humanos o no. Por lo que tener una posición crítica hacia las normas nos distancia del ser reconocido, esta posición critica también requiere de reglas minoritarias que permitan actuar al individuo.
Por lo que para aceptar lo humano al someter a las personas a cirugías para normalizar los cuerpos se entiende que se requiere morfologías ideales y la constricción de las normas corporales. Además de que si el individuo desea realizarse una operación de resignación de sexo u hormonas requiere de un apoyo de seguros que lo llevan a que ser considerado como una enfermedad, es decir el individuo entra entre las normas establecidas. Siendo así que el reconocimiento es un requisito para una vida continua y viable.
La lectura plantea la posibilidad de diferentes formas de vida, las cuales cuestionan lo establecido por las normas. De esta manera los movimientos, ya sea de transexo o intersexo, no deben ser reducidos a simples celebraciones de la diversidad, sino tienen como convicción la búsqueda de un reconocimiento en términos de normas y derechos. Sólo a través del reconocimiento, podremos hacer estas vidas habitables. Antes de este reconocimiento las vidas son irreales, no hay razón por la cual puedan o deban llorarse ni amarse, ¿quién podría vivir así? La reflexión nos incita a concebir esta “vida” como una prisión, una tortura. Por otro lado, aquellas personas que dicen mostrar la “verdad” y la “realidad” del mundo se aferran al orden preestablecido y se mantienen en un poder inmenso que les permite condenar cuerpos a una vida irreal. El texto señala que aquellas muestras de violencia en contra de las personas intersex o transex se pueden reducir a actos que buscan restaurar el orden, son acciones que se oponen al reto de repensar el mundo como algo distinto a como lo concebimos hoy. Pero, ¿quién dice que la forma en la que concebimos el mundo y lo humano hoy en día es realmente verdadera? ¿No puede haber alternativas? Considero que debemos de mantener la forma en la que nos entendemos abierta a cambios, debemos ser capaces de reconocer a individuos que no encajan en los moldes preexistentes. Su inclusión no sólo hará su vida habitable, sino también nos dará pistas sobre lo que significa ser humano. Esta búsqueda tan personal del reconocimiento sólo es posible a través de los derechos humanos. Solamente es lograda saliendo del cuerpo para así reclamar la realidad del ser.
El texto de Butler una vez más es genial. En ello, retrata la idea de la vida-habitable. La idea de Butler es reivindicar todos los movimientos de género que existen y que han sido marginados. Esta marginación, menciona Butler, es incluso de aquellos movimientos originales que ya han sido institucionalizados y que parecería que han sido, en cierta forma, subsumidos. Entonces recalca la importancia del reconocimiento de alteridades. En este sentido, Butler intenta expresar la vida completamente vacía que se debe llevar al momento en que otra persona no reconoce lo que eres, a lo que define como una vida inhabitable. Entonces, la vida habitable parecería ser aquella que es fácilmente reconocida y que ya está construida socialmente. Sin mencionar el trasfondo psicoanalista que existe, de manera fácil y sintética, Butler pone en tela de juicio todas las manifestaciones para "restaurar el orden" entendiéndose por éstas manifestaciones que parecerían querer llevarte a lo "normal" (el caso del inter-sex y del trans-sex). Tratando de escapar de la herencia determinista de mucha ciencia, Butler hace un llamado a deconstruir esos modelos ya preestablecidos, entendiendo que pueden existir otros que son igualmente reconocibles y que de ninguna forma pueden "alterar el orden". El reconocimiento de alteridades es el eje principal del discurso de Butler en el que el resultado final es la habitabilidad de las vidas.
Butler habla que el deseo está implicado en las normas sociales y desarrollar una relación crítica con estas normas presupone distanciarse de ellas, relaciona las problemáticas de género y sexualidad con las operaciones de persistencia y supervivencia, influenciada por movimientos que incluyen la transexualidad, intersexualidad y las teorías feministas queer.
Deben ser tratados como viables y personas naturales, cuestionan el principio del dimorfismo sexual (más que las operaciones ya que hay discrepancias entre ellos)
La tarea de estos movimientos consiste en distinguir entre las normas y convenciones que permiten a la gente respirar, desear amar y vivir, y aquellas normas y convenciones que restringen las condiciones de vida.
Hay que brindar respeto a las diferencias y preferencias relacionadas con la sexualidad.
González Jaramillo Surya Ivonne,
Los términos que configuran el propio género, se hallan desde el inicio fuera de uno mismo, más allá de uno mismo, en una sociedad que no tiene solo un autor, así lo dice Judith Butler en este texto donde discute lo superficial que puede ser el género en diferentes aspectos, uno de ellos es la cultura, comprender el género como una categoría histórica es aceptar que el género, entendido como una forma cultural de configurar el cuerpo, está abierto a su continua reforma, y que la "anatomía" y el "sexo" no existen sin un marco cultural, involucrando también al deseo, ese deseo de ser reconocido por una sociedad al igual que el género.
En esta sociedad existen normas que gobiernan la anatomía humana y producen un sentido de las diferencias de quien es humano y quien no lo es, incluyendo en esto a los intersexuales, la autora se formula una pregunta que me parece muy importante; ¿El género siempre proviene de una fuente que está en otra parte, hacia algo que está más allá de mí, constituido por una sociedad que no es completamente mía? Esa idea de reconocimiento propio motivada por el deseo de reconocimiento es una forma cultivada de deseo, la incómoda dinámica en la que tratamos de encontrarnos a nosotros mismos en el otro para terminar descubriendo que ese reflejo señala nuestra expropiación y la pérdida de nuestro yo.